Siete jóvenes que tuvieron grandes ideas durante la COVID-19

En Kirguistán, Farkhad Musazov, de 24 años, apoya a jóvenes LGBTI que hacen cuarentena en espacios no seguros, entre los que a veces se encuentra el hogar familiar. A través de su organización, Kyrgyz Indigo, Farkhad ayuda a jóvenes LGBTI que necesitan apoyo psicológico y jurídico mediante la publicación de sus datos de contacto online. Kyrgyz Indigo, entidad asociada de Amnistía en su campaña anual Escribe por los Derechos, también proporciona ayuda humanitaria y un espacio seguro en cinco refugios temporales a personas LGBTI, lo que incluye a activistas. También colabora con otra organización, Labrys, para distribuir alimentos, productos de higiene personal y equipos de protección individual como guantes y mascarillas de uso médico a centenares de personas LGBTI en todo el país.

“Muchas personas LGBT+ que han perdido su trabajo e ingresos durante la pandemia se han visto obligadas a regresar con su familia. Pero están teniendo dificultades para expresarse. Sus familias quieren controlar su comportamiento y su discurso. Además, la generación mayor es en su mayoría muy conservadora y religiosa, lo que significa que las personas LGBT+ se exponen a mucha tensión y hostilidad en el hogar. Muchas sufren violencia en el ámbito familiar y no tienen un lugar al que regresar”.


Garantizar que no se deja a nadie atrás

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