Siete jóvenes que tuvieron grandes ideas durante la COVID-19

En Polonia, Sandra Grzelaszyk, de 20 años, hace campaña por los derechos de las mujeres, especialmente el acceso al aborto. Polonia ya tiene algunas de las leyes sobre el aborto más estrictas de Europa, y este mismo año se presentó en el Parlamento un proyecto de ley que, de aprobarse, prohibiría el aborto en los casos de malformaciones graves y mortales del feto. La imposibilidad de protestar en la calle debido al confinamiento hizo que Sandra y sus compañeras de campaña trasladaran el activismo a Internet. Publicaron fotos y vídeos invitando a la gente a hacerse oír firmando la petición de Amnistía Internacional Polonia para impedir la promulgación de la ley. Hasta la fecha, más de 80.000 personas han firmado la petición.

“Los dirigentes están utilizando la pandemia para aumentar su poder o cambiar la ley. Nos enfadaba enormemente que el gobierno pudiera hacer algo así durante un momento tan difícil para todo el mundo, sin que la ciudadanía tuviese la posibilidad de expresar sus objeciones. Someterse a un aborto es una decisión personal en todos los casos. Sólo cada mujer sabe cuál es la mejor decisión para ella. No creo que el feto sea más importante que la vida de una mujer. La gente puede tener distintos planes para su vida; no todo el mundo quiere tener familia e hijos, y está bien. Hay personas que quieren controlar el cuerpo de las mujeres, pero las mujeres no somos bienes que puedan poseerse. Soy una mujer, y sólo quiero vivir mi vida sin miedo y sin que me controlen sólo por mi género”.


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