El 24 de octubre 2018 hombres armados no identificados asesinaron a tiros a Julián Carrillo. Julián era un defensor de tierra y territorio del pueblo indígena rarámuri en Coloradas de la Virgen, una comunidad aislada en la sierra Tarahumara de Chihuahua. Desde el 2007 defendía su territorio ancestral contra la tala, la minería y la siembra ilegal de droga.
El asesinato de Julián era una tragedia predecible. Por muchos años había denunciado ataques y amenazas de muerte de grupos armados no identificados. Cinco personas de su familia entre ellas su hijo- habían sido asesinadas y su casa fue incendiada.
Desde 2014, el Estado prometió proteger a Julián y a otros líderes de su comunidad, pero las medidas de protección no fueron suficientes para detener la oleada de ataques en su contra y garantizar su vida.
Julián se suma a la lista de las 16 personas defensoras de derechos humanos que han sido asesinadas en lo que va de año en México.
La defensa del territorio y el medio ambiente no debe ser una condena de muerte. Es urgente que las autoridades protejan a las personas que defienden nuestro planeta garantizando que puedan quedarse en sus comunidades. De lo contrario, cualquier medida de protección será insuficiente para mantenerlas con vida.
ĦFirmá y pedile a las autoridades que encuentren al asesino de Julián y lo lleven a la justicia!