Amnistía Internacional pide que se prohíba el uso de tecnología de reconocimiento facial con fines de vigilancia masiva

En el contexto de la actuación policial racialmente discriminatoria y la aplicación de criterios raciales contra las personas negras, el uso de la tecnología de reconocimiento facial podría exacerbar el riesgo de violaciones de derechos humanos cometidas por la policía, a la vez que menoscaba también el derecho de manifestación pacífica y el derecho a la privacidad.

Los organismos encargados de hacer cumplir la ley vulneran a diario los derechos humanos de la población en la calle. Necesitamos una policía que cumpla con sus obligaciones y garantice el derecho humano de protestar pacíficamente contra los homicidios policiales y el derecho de la prensa a informar de ello. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley tienen la responsabilidad de facilitar el derecho de manifestación pacífica, no de anularlo.

Nos enorgullece apoyar a organizaciones como la Algorithmic Justice League, la ACLU, la Electronic Frontier Foundation y otras que han puesto de relieve los peligros de la tecnología de reconocimiento facial. Amnistía pide que se prohíba el uso, desarrollo, producción, venta y exportación de tecnología de reconocimiento facial con fines de vigilancia masiva en la policía y otros organismos del Estado.

“Tecnología de reconocimiento facial” es un término genérico, utilizado para describir un conjunto de aplicaciones que realizan una función específica utilizando un rostro humano para identificar a una persona o verificar su identidad. Esta tecnología puede servir para para identificar o clasificar a las personas a escala basándose en sus características físicas, incluso por medio de observaciones o inferencias de características protegidas, como la raza, la etnia, el género, la edad y condición de discapacidad.

En los últimos años ha tenido una aceptación enorme, especialmente entre los organismos encargados de hacer cumplir la ley. Por ejemplo, la empresa de tecnología de reconocimiento facial Clearview AI dice trabajar con más de 600 organismos encargados de hacer cumplir la ley en Estados Unidos sólo. Otras empresas similares, como Dataworks Plus, también venden sus sistemas a departamentos de policía de todo el país.

Lo vemos a diario en Estados Unidos, donde departamentos de policía de todo el país utilizan el reconocimiento facial para identificar a manifestantes.

El uso policial de la tecnología de reconocimiento facial viola los derechos humanos de distintas maneras. En primer lugar, en el contexto de la actuación policial racialmente discriminatoria y la aplicación de criterios raciales contra las personas negras, el uso de esta tecnología podría exacerbar el riesgo de que la policía cometa violaciones de derechos humanos cuando actúa contra comunidades negras. Las investigaciones realizadas coinciden en que los sistemas de reconocimiento facial procesan algunos rostros con más precisión que otros, dependiendo de características clave como el color de la piel, la etnia y el género. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) ha medido los efectos de la raza, la edad y el sexo en destacados sistemas de reconocimiento facial utilizados en Estados Unidos –según el Dr. Charles H. Romine, director del NIST, “el estudio midió tasas más altas de falsos positivos en las mujeres, las personas afroamericanas y, en particular, las mujeres afroamericanas»–.

Asimismo un equipo de investigación de la Universidad de Georgetown ha advertido de que la tecnología de reconocimiento facial “afectará desproporcionadamente a las personas afroamericanas

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