Las niñas y las mujeres están en riesgo en Uruguay. La violencia de género tiene múltiples caras: a veces se vuelve más nítida y brutal como en el caso de los femicidios; algunas otras pueden no ser tan evidente, pero no por eso deja de estar allí, formando parte de nuestra cotidianeidad. Todas las acciones cuentan para generar cambios en una realidad que aún es hostil para que niñas y mujeres puedan desarrollar su proyecto de vida.
Según la CEPAL, Uruguay tiene la tercera tasa más alta de femicidios en América Latina y el Caribe. En 2023 24 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas, una de ellas era una adolescente, de 17 años, asesinada por un adolescente de la misma edad.
A partir del sistema de notificación de ASSE, sabemos que el 50% de los embarazos en niñas y adolescentes menores de 15 años son consecuencia de abusos sexuales y un 16% de esos casos no se pudo determinar, por lo que podemos suponer que la proporción de embarazos infantiles resultado de violencia sexual son más que el 50%.
Según los datos de la Encuesta de Uso del Tiempo, 2/3 del trabajo no remunerado es realizado por mujeres. Las horas de trabajo en las tareas de cuidados de niñxs de 0-3 años de las mujeres duplica la de los varones. Pensar la justicia de género sin considerar la dimensión de los cuidados y otras actividades de trabajo no remunerado es no mirar el problema de manera completa. Los cuidados son centrales para el bienestar social, de las familias y de las personas. Los cuidados son una cuestión de derechos.
Desde Amnistía Internacional trabajamos todos los días para que niñas y mujeres puedan acceder a sus derechos, libres de todo tipo de violencia. Por eso este 8 de marzo marchamos y seguimos encendiendo velas para no maldecir la oscuridad.
DERECHOS DE LAS MUJERES = DERECHOS HUMANOS
Más información:
Informe de Amnistía Internacional para el Examen Periodico Unviersal de Uruguay.