Greta Thunberg y el movimiento Viernes por el Futuro reciben el máximo galardón de Amnistía Internacional

Greta Thunberg y el movimiento estudiantil de activistas contra el cambio climático  «Viernes para el Futuro» han recibido el premio Embajador/a de Conciencia de Amnistía Internacional de 2019.

«El premio Embajador/a de Conciencia es la máxima distinción que concede Amnistía Internacional, y rinde homenaje a personas que han demostrado una valentía y un liderazgo extraordinarios en la defensa de los derechos humanos. No se me ocurre nadie que pueda merecerlo más este año que Greta Thunberg y el movimiento de huelgas por el clima ‘Viernes para el Futuro’«, ha manifestado Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional.

«La determinación con que jóvenes activistas de todo el mundo nos desafían a todos y todas a afrontar las realidades de la crisis climática nos llena de humildad e inspiración. Cada joven participante en los Viernes para el Futuro representa lo que significa actuar en conciencia. Nos recuerdan que tenemos mucho más poder del que imaginamos, y que cada persona puede ser parte activa en la protección de los derechos humanos frente a la catástrofe climática.»

El premio Embajador/a de Conciencia se creó en 2002 para rendir homenaje a personas y grupos que han promovido la causa de los derechos humanos actuando en conciencia, enfrentándose a la injusticia y empleando su talento para motivar a otras personas. Entre las personas galardonadas anteriormente están Nelson Mandela, Malala Yousafzai, Harry Belafonte, Ai Weiwei, los grupos de jóvenes de África Occidental y Central, Angélique Kidjo, el movimiento por los derechos indígenas de Canadá, Alicia Keys y Colin Kaepernick.

Un movimiento juvenil decidido a cambiar el mundo

El movimiento Viernes para el Futuro fue iniciado por Greta Thunberg, la adolescente sueca que en agosto de 2018 decidió faltar a clase todos los viernes para ir a protestar ante la sede del Parlamento sueco hasta que se adopten medidas más enérgicas para combatir el cambio climático.

Su iniciativa para concienciar sobre la crisis climática no tardó en extenderse por todo el mundo. Más de un millón de jóvenes de todo el mundo participaron el 24 de mayo en las huelgas escolares por el clima del movimiento Viernes para el Futuro. Hubo manifestaciones en más de 100 países, entre ellos Alemania, Australia, Brasil, Filipinas, India, Japón, Nigeria, Pakistán, Reino Unido y Uganda.

«Es un gran honor recibir el premio Embajadora de Conciencia de Amnistía Internacional en nombre del movimiento -Viernes para el Futuro-. Este premio no es mío, es un premio de todos y todas. Es genial todo el reconocimiento que estamos consiguiendo y saber que estamos luchando por algo que tiene tanta repercusión», dijo Greta Thunberg.

«Actuar en conciencia significa luchar por lo que consideras justo. Pienso que eso es lo que están haciendo todas las personas que integran este movimiento, porque todas las personas tenemos la obligación moral de hacer lo posible para mejorar el mundo. La tremenda injusticia contra la que todos y todas debemos luchar es que las personas que viven en el Sur global son, y serán, las más afectadas por el cambio climático, cuando son quienes menos responsabilidad tienen en él.»

Una crisis de derechos humanos

Aunque normalmente relacionamos la crisis climática con su impacto en nuestro entorno natural, sus terribles efectos en las personas, tanto inmediatos como en el futuro, hacen que también sea un problema acuciante de derechos humanos. El cambio climático agrava y magnifica las desigualdades existentes y sus efectos continuarán extendiéndose y agravándose con el tiempo, causando la ruina de generaciones actuales y futuras.

Amnistía Internacional ha afirmado que la falta de medidas de los gobiernos para abordar el cambio climático podría ser la mayor violación de derechos humanos intergeneracional de la Historia.

«La situación de los derechos humanos y la crisis climática van de la mano. No se puede resolver una sin resolver la otra. Debido al cambio climático, la gente no podrá cultivar alimentos y verá peligrar su casa y su salud. Los gobiernos tienen la obligación de protegernos; entonces, ¿por qué no hacen nada para impedir que el cambio climático destruya nuestras vidas?» dijo Greta Thunberg.

Amnistía Internacional pide a los Estados que incrementen sustancialmente su acción contra el cambio climático, y que lo hagan respetando los derechos humanos. Una manera fundamental de conseguirlo es involucrar a las personas más afectadas por el cambio climático «como niños, niñas y jóvenes» en las iniciativas para abordar y mitigar el cambio climático. Se les debería proporcionar la información y educación necesarias para tener una participación significativa en los debates, y deberían ser incluidas en los procesos de decisión que las afecten directamente.

«A veces siento una gran tristeza porque algunas de las personas con las que intento hablar no están dispuestas a escuchar. Hay quien nos insulta, quien piensa que estamos haciendo política y quien nos ignora por completo; nos dicen que tal vez no acabemos lo que hemos empezado. Pero les aseguro que tenemos la firme determinación de acabar lo que hemos empezado, porque está en juego nuestro futuro», afirmó Kananura Irene, activista de ‘Viernes para el Futuro’  en Kampala, Uganda.

Los y las jóvenes activistas de ‘Viernes para el Futuro’ piden ahora que la población adulta se sume a su causa. El viernes, 20 de septiembre, con antelación a la Cumbre sobre la Acción Climática de las Naciones Unidas en Nueva York, iniciarán una semana de acción climática con una huelga mundial en defensa del clima. Amnistía Internacional apoya el llamamiento a todas las personas adultas que puedan sumarse a la huelga para demostrar su solidaridad.

«Suele decirse a la juventud que ellos y ellas serán quienes lideren en el futuro. Me alegro mucho de que Greta Thunberg y quienes integran el movimiento ‘Viernes para el Futuro’  no hayan hecho caso de ese mensaje. Si esperaran a mañana, no habría futuro para nadie. Ya han demostrado su liderazgo; ha llegado el momento de que la población adulta siga su ejemplo», ha afirmado Kumi Naidoo.

El activismo funciona. Por eso, ahora les pido que actúen. Porque nadie es demasiado pequeño para poder ser parte del cambio.

La ceremonia de entrega del premio tuvo lugar en Washington D. C. (Estados Unidos), y se celebraron otros actos en ciudades de todo el mundo para rendir homenaje a activistas de Viernes por el Futuro que representan al movimiento.

Al recibir el premio, Greta Thunberg manifestó:

«Este premio es para todos esos millones de personas, de jóvenes en todo el mundo que, juntos, forman el movimiento Viernes por el Futuro. Todos estos jóvenes valientes que luchan por su futuro. Un futuro que deberían poder dar por hecho. Pero, según parece actualmente, no pueden».

«Quienes formamos el movimiento Viernes por el Futuro estamos luchando por nuestras vidas. Pero no sólo eso; también luchamos por nuestros futuros hijos y nietos, por las generaciones venideras, por cada ser vivo que habita el planeta, cuya biosfera compartimos, cuya biosfera les estamos robando, cuya biosfera estamos destrozando. Luchamos por todo el mundo.

«El activismo funciona. Por eso, ahora les pido que actúen. Porque nadie es demasiado pequeño para poder ser parte del cambio. Les pido a todos ustedes que participen en las huelgas mundiales por el clima de los días 20 y 27 de septiembre.»

El premio Embajador/a de Conciencia es la máxima distinción que concede Amnistía Internacional, y rinde homenaje a personas que han demostrado una valentía y un liderazgo extraordinarios en la defensa de los derechos humanos: personas que han actuado en conciencia y empleado su talento para motivar a otras.

Amnistía Internacional decidió conceder el premio de 2019 a Greta por sus esfuerzos para sensibilizar sobre la crisis climática. Su decisión de faltar a clase todos los viernes desde agosto de 2018 para ir a protestar ante la sede del Parlamento sueco hasta que se adopten medidas más enérgicas para abordar la emergencia climática puso en marcha el movimiento Viernes por el Futuro, que ha movilizado desde entonces más de un millón de jóvenes en todo el mundo.

El premio se entregó con antelación a la Cumbre de los Pueblos sobre el Clima, los Derechos y la Supervivencia Humana, coorganizada por Amnistía Internacional, a la que asistirá un número considerable de líderes juveniles y cuyo propósito es alentar a la comunidad de derechos humanos a intensificar con urgencia sus iniciativas de justicia climática. Y estos líderes juveniles no están dispuestos a aflojar la presión, cuando activistas juveniles de 115 países planean llevar a cabo protestas por el clima del 20 al 27 de septiembre.

«Millones de personas sufren ya los efectos catastróficos de cataclismos, agravados en gran medida por el cambio climático. La gente joven como Greta y quienes participan en el movimiento de huelga escolar por el clima Viernes por el Futuro está demostrando que es posible cambiar nuestra forma de vivir», ha dicho Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional.

«Estos jóvenes líderes han lanzado el reto. En un mundo apático y abocado a la catástrofe, se han erigido en nuestra conciencia colectiva y han dicho: ‘ya basta’. Reclaman que dejemos de ignorar la magnitud de la crisis y de poner excusas, y que empecemos a movilizarnos. Ya es hora de que todos sigamos su ejemplo. Se necesita un movimiento colectivo para obligar a gobiernos y empresas a tomar medidas que deberían haber tomado hace mucho tiempo.»

El premio Embajador/a de Conciencia se creó en 2002 para rendir homenaje a personas y grupos que han promovido la causa de los derechos humanos actuando en conciencia, enfrentándose a la injusticia y empleando su talento para motivar a otras personas. Entre quienes han recibido el premio anteriormente están Nelson Mandela, Malala Yousafzai, Harry Belafonte, Ai Weiwei, los grupos de jóvenes de África Occidental y Central, Angélique Kidjo, el movimiento por los derechos indígenas de Canadá, Alicia Keys y Colin Kaepernick.

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